La palabra trauma deriva del griego y significa “herida”. Dentro del mundo de la psicología, el trauma se refiere a una “herida psicológica”, la cual puede ser de dos tipos: Traumas (con T mayúscula) y traumas (con t minúscula).
En el caso de desastres naturales, guerras, abusos, accidentes etc., se le denomina Traumas con “T” por la gran magnitud de sus causas. Sin embargo, la categoría de traumas con “t”, cuyo origen está relacionado con hechos aparentemente de menor importancia, como: el bullying, el moving, una imagen impactante de una película, la muerte de una persona querida o de una mascota, desprotección, enfermedades, cambio de roles en la familia, etc. pueden ser igualmente graves.
El daño producido no está determinado por la causa. Tanto un “Trauma” como un “trauma” puede ser igualmente dañino, afecta de tal manera la salud, la seguridad y el bienestar de la persona, que ésta puede llegar a desarrollar creencias falsas y destructivas de sí misma y del mundo tales como: “estoy en peligro, no soy capaz, soy horrible, no soy querida”. La recuperación dependerá de cada persona, de su entorno familiar y/o social, de la historia personal, la edad y si se reitera a lo largo del tiempo.
Arteterapia para trabajar con el trauma en la infancia y en personas adultas.
Para la intervención del trauma, según Van der Kolk (2015) la explicación verbal (del hemisferio izquierdo) no es tan importante, ya que en muchas ocasiones el centro del habla suele verse afectada, sin esta función es imposible expresar con palabras nuestros sentimientos y nuestras ideas. La creación artística entonces puede ser útil en la intervención, facilitando la expresión de emociones y experiencias; el pensamiento visual del cerebro derecho facilita la autoexpresión y el desarrollo personal.
Existe una creciente evidencia desde la neurología a favor de arteterapia, específicamente para la intervención del trauma, donde cobra importancia trabajar con los elementos visuales, sensoriales, emocionales y memorias no verbales de la experiencia traumática almacenadas en el cerebro, sin necesidad de una traducción narrativa para su recuperación.
A través de arteterapia una persona puede pensar y sentir al mismo tiempo, ofreciendo la oportunidad de salir de la mente racional en la cual está atascada, dándole la ocasión de entrar a un territorio en el que realmente pueden tener un impacto de lo que está sucediendo, ya sea mediante el uso de materiales y de transformar una imagen en otra o empleado el simbolismo del objeto creado. Las imágenes externalizadas facilitan el procesamiento de la memoria, siendo el tránsito hacia el proceso verbal y conduce a un cambio en la naturaleza del almacenamiento de la memoria
Dra. Norma Irene García-Reyna (Vicepresidenta 4ª de FEAPA)
Arteterapeuta, Dra. en Psicología,
Dietista col. No. CAT000849
Sant Antoni de Vilamajor. 675 50 11 81
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