En este mes se celebra una tradición que conocemos como la “Noche de difuntos” y el “Día de todos los Santos” en la que los pueblos de todos los continentes honran a sus difuntos, me refiero a la noche del 31 de octubre y el 1 de noviembre. Cada cultura le ha puesto su nombre y ha creado diferentes maneras de honrarlo…en Estados Unidos se le llama “Halloween”, en México el “Día de los Muertos” está considerado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, en el mundo católico las tumbas se engalanan de flores y se visita a los difuntos, en África se usan máscaras y disfraces para invocar a los muertos, la cultura Maya usaba espejos…
A nivel mundial hay una inercia en recordar y honrar a nuestros difuntos en estos días, a través de tradiciones muy antiguas. Hoy me gustaría hablaros de la fiesta dedicada a los difuntos del Mundo Celta y Druídico, la fiesta de “Samhain”.
Samhain fue la festividad más importante del mundo Celta en Europa, en un principio, se celebraba entre el 5 y el 7 de noviembre que correspondía a la mitad entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno. Más tarde, fue el papa Gregorio III (741) quien pasó la fiesta al 1 de noviembre, absorbiendo de esta manera la festividad pagana (ya que hasta entonces el mundo cristiano celebraba el día de Todos los santos el 13 de mayo)
Samhain viene del Gaélico y significa “fin del verano” a partir de ahora se hace mucho más evidente la llegada de días cortos y largas noches. Para los Celtas y Druidas con esta celebración se iniciaba el “Nuevo Año Celta” y el primer gesto era honrar a los difuntos, a los ancestros que cuidaban de ellos, era la noche en la que los espíritus familiares tenían permiso para visitar sus antiguos hogares.
Para celebrar esa noche de vigilia se vaciaban nabos y calabazas y se colocaba una vela encendida dentro, después se ponían en los caminos y las entradas de las casas para guiar a los difuntos hacia su antiguo hogar. Otra forma de honrar a los difuntos era dejar comida en la entrada del hogar a modo de ofrenda, para darles un buen recibimiento.
Gestos antiguos que se han ido manteniendo a través del tiempo, ahora ya sabes que encendemos una velita a nuestros difuntos para iluminar su camino, que llevamos flores al cementerio para honrarlos, que regalar dulces a los niños disfrazados de fantasmas viene de las ofrendas de comida que se ponían antiguamente en la entrada de las casas…ahora ya conoces de dónde vienen esas tradiciones familiares…ahora ya conoces la intención que había detrás de los gestos de nuestras abuelas y abuelos.
Sin embargo, el mundo de los difuntos no era el único que se abría a nuestro mundo…Cuenta la leyenda que en vísperas de noviembre las hadas abrían todas las rutas para que cualquier mortal, que fuera lo suficientemente valiente, pudiera echar un vistazo a sus dominios, y así admirar sus palacios llenos de tesoros. Pero eran pocos los que aventuraban a entrar voluntariamente a aquellos reinos, pues sentían un gran respeto por las hadas, sabían que las hadas se ofendían fácilmente ante la muestra de alguna torpeza…además era la única noche del año en que las hadas podían tomar maridos mortales.
Feliz Samhain a todos.
Con Amor, Ninniane.