Las luces de Navidad son las grandes protagonistas de las fiestas, el encendido de las luces navideñas se ha convertido en una gran celebración en todos los continentes…tanto es así que podemos disfrutar de grandes espectáculos lumínicos en la Torre Eifel (Francia) o en la Ópera de Sidney (Australia), pasando por el encendido del tradicional árbol de Rockeler Center en Nueva York. Este mes calles, plazas y nuestros propios hogares disfrutan de esta decoración navideña.
¿De dónde viene esta tradición conocida mundialmente en estas fechas?
Pues las luces de navidad vienen de los pueblos nórdicos celtas, anteriores a las religiones que conocemos actualmente.
En Navidad existe una festividad celta muy importante en la rueda del año…El Solsticio de Invierno…que se produce entre el 21 y el 22 de diciembre, es el momento en el que Nuestro Astro Rey Sol, en vez de restar luz al día, comienza a sumar más minutos de luz cada día, los días se agrandan desde este momento y es un acontecimiento astrológico que los antiguos celebraban como el nacimiento del dios Sol.
¿En qué consistía esta celebración?
Las creencias de los antiguos celtas hablaban de un árbol que representaba el Universo llamado Yggdrasil y para ayudar al Dios Sol en su nacimiento anual, en la noche más larga del año adornaban un árbol con velas encendidas para pedir que el sol naciera con fuerza y llegasen pronto los días de bonanza y abundancia. En las entradas de las casas también se encendían velas con la intención de dirigir la bendición del Dios Sol hacia el propio hogar… y de esta manera se creaba una atmosfera muy mágica y especial en la noche del solsticio.
Para celebrar este acontecimiento, era costumbre hacer cenas compartidas con la comunidad, pues la dureza del invierno se llevaba mejor cocinando juntos y aportando cada uno lo que tenían, era el momento de los trueques de alimentos, la miel era un gran lujo y muy celebrada tanto para hacer dulces como hidromiel.
Así pues, el encendido de las luces del árbol era un ritual muy importante y el momento de pedir abundancia y prosperidad. Un ritual al que le seguía una cena compartida con los seres queridos donde se reflejara la abundancia que se merecían para el resto del año.
Más adelante las religiones adoptarán estas fiestas, para integrarlas en su calendario…de esta manera mientras los druidas celtas celebran el nacimiento del Dios Sol, la religión Cristiana celebrará unos días más tarde, el 25 de diciembre, el nacimiento de Jesús, el niño Dios.
¿Y cómo pasamos de velas a luces eléctricas?
Pues con el invento de la electricidad, Thomas Edison creaba la primera bombilla eléctrica en 1880 y dos años más tarde su socio Edward H. Johnson usó 80 bombillas de diferentes colores para adornar el árbol de su casa…este gesto no fue muy bien recibido en su momento, por parecer una campaña publicitaria de su invento, pero fue tan espectacular el resultado que en pocos años se extendió por toda la ciudad.
Desde este humilde escrito te invito a que enciendas las luces navideñas con la intención de llamar a la prosperidad y la abundancia hacia tu familia y tu hogar, no dejes de encender esas velas en la cena navideña, de celebrar con los seres queridos, de llenarte de bendiciones y sonrisas.
De corazón te deseo que la prosperidad y la abundancia llegue a tu hogar para quedarse.
Con Amor, Ninniane.
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