Lo que la relación de pareja me muestra
Como dice Erich From, en el libro “El arte de amar”, el amor es un arte y necesita de conocimiento y de esfuerzo. Pero tenemos muchas ideas que nos aleja de desarrollar activamente este arte del amor.
Por un lado, el amor no es un sentimiento fácil para nadie y más, cuando tenemos el concepto que tiene que ir acompañada de sacrificio, con el pensamiento que así la relación sobrevivirá.
También en muchas ocasiones hay la sensación de que el amor es más un objeto que una facultad, ya que el único objetivo para la mayoría de las personas es ser amado, más que dar amor, expresando la capacidad de amar.
Y para sentirnos dignos de ser amados, hacemos muchas acciones que nos desconectan de nuestra esencia. Priorizamos el tener éxito, ser rico, atractivo, popularidad, cura del cuerpo, consumo de ropa…
Por lo tanto, hay muchas creencias sociales que condicionan la palabra amor, cuando en sí, esta palabra, no puede ir acompañada de sacrificio, ya que el amor por sí mismo, es la emoción con más vibración que hay.
El sacrificio implica una renuncia de nosotros mismos limitando nuestra capacidad de acción desde la autenticidad. Cuando el amor nunca es finito y tiene una energía en expansión. Por lo tanto, no pueden ir de la mano, el sacrificio no es un ingrediente básico para mantener una pareja.
Y el problema está en que muchas veces ni nos damos cuenta que vivimos y expresamos la creencia que “el amor va acompañado de sufrimiento”. Y desde esta perspectiva, vemos normal aceptar situaciones que no queremos, no poner límites y priorizar al otro, dando por supuesto que esto es lo que se “ha de hacer”, con el objetivo erróneo de mantener la relación de pareja.
Pero, ¿cuánto dolor causa esa aceptación y resignación de forma de vivir? Por pequeñas o grandes que sean esas acciones, éstas nos alejan de lo que realmente sentimos que tiene que ser.
No nos han enseñado a relacionarnos desde la igualdad. Mi pareja puede tener gustos y aficiones distintas a las mías y yo, sin mi pareja, puedo disfrutar mis hobbies sin renunciar a nada y retornar posteriormente compartiendo lo aprendido y lo disfrutado, sin que ninguno de los dos tenga que renunciar a nada.
Si no tenemos claro que amor no va enlazado a sacrificio, puede que nos entreguemos al otro dando todo lo que tiene a su alcance, dejando de lado la propia vida. Pero al mismo momento, esperando lo mismo por parte de la pareja.
Por eso, el propio espacio de cada uno es muy importante, un lugar dónde poder estar con uno mismo, conectando con todo su ser, sus emociones, sus anhelos, sus miedos, sus inseguridades, sus acciones… para sentir, reflexionar, y tener más consciencia de sí mismo y poder compartirlo y buscar otras formas de hacer y de compartir en pareja.
La necesidad de sacrificio en el amor implica que nos identificamos con un ser carente que necesita al otro para sentirse pleno. Para rellenar esa necesidad de ser amado, porque así creemos que llenaremos nuestro vacío emocional. Y cuando me siento necesitado, estoy dispuesto a hacer todo lo necesario para que el otro no me deje y voy cediendo por miedo a ser rechazado.
Y desde este estado de poca valoración, de no saber cómo actuar de una forma distinta y de no comprender qué es lo que me está pasando, hay muchas personas que “aguantan” ciertas relaciones de pareja, oscureciendo sus vidas por un falso amor que no dará buenos frutos, sino que estan envenenados de amargos resentimientos: “cuánto hice por ti”…
Por lo tanto, lo que sostiene el estandarte del sacrificio es el no sentirse merecedor de nada mejor y mantener lo que se tiene a toda costa.
Y en el año 2022, podríamos preguntarnos: y ¿cómo puede ser que aún el amor entre dos personas suponga renuncia o sacrificio?
Porqué aún no hemos tomado conciencia total de los condicionamientos sociales, patrones aprendidos de nuestra familia y ancestros. Y cómo estos, hacen mella en nuestra autoestima, nuestra valoración de nosotros mismos y en la confianza para vivir una vida desde nuestra esencia. Dándonos permiso a conectar con nuestra intuición, nuestras emociones y poder decidir libremente qué decisiones queremos vivir.
Y con estas nuevas decisiones vamos a aprender a vivir la vida desde la autenticidad y el amor. Ya que aprenderé que el verdadero amor no consiste en ser amado, sino en amar.
Y el primer paso es amarse a sí mismo.
Si quieres saber cómo fortalecer tu autoestima y construir una relación de pareja sin perder tu autonomía, rompiendo los patrones heredados y aprendidos, tomando consciencia de cómo reaccionas y permitiéndote conectar con el corazón para poder tener una perspectiva mucho más amplia.
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