Siglos atrás, abril se consideraba el primer mes del año en muchos países, cuando el calendario lo marcaban las estrellas.
El comienzo de la primavera y el primer signo del zodíaco, Aries, señalaban el comienzo de un nuevo año astrológico en los países anglosajones y la celebración duraba una semana.
Fue a mediados del siglo XVI, con el calendario gregoriano, cuando se decidió que el año comenzara el 1 de enero.
No todos los países aceptaron a la primera este cambio, tardaron casi dos siglos en adoptar esta nueva fecha. Y durante ese tiempo había países que seguían celebrando el principio del año en abril, cuatro meses más tarde que los demás.
Esta situación dio lugar a mofas y risas y así nació el “April Fools`Day” o “Día de las bromas de Abril”, que hoy se sigue celebrando en Italia, Francia, Polonia, Austria, Alemania, Bélgica, Reino Unido, Canadá, Estados Unidos, etc.…
A las víctimas de estas bromas se las llama “pez o pescado de Abril” haciendo alusión a que el Sol abandona la constelación de Piscis, incluso Napoleón recibió este apelativo cuando decidió celebrar su boda con María Luisa de Austria un 1 de abril.
Abril nos ofrece una segunda oportunidad para comenzar con buen pie nuestros objetivos. Retoma aquellas promesas navideñas y vuelve a comenzar, seguro que con la energía que despierta la llegada de la primavera tienes fuerzas para mejorar tu rutina.
El día tiene más horas de luz que la noche, lo que provoca que estemos más horas activos que en invierno, eso no es fácil de gestionar y puede suceder que nuestra reacción sea completamente lo contrario y nos encontremos más cansados, más frustrados y un poco sobrepasados por el cambio.
Es el momento de dirigir y ordenar el aumento de actividad en nosotros, decide cuando moverte y en qué gastas tu energía y aprovecha cualquier situación para reír y divertirte, eso te volverá a cargar las pilas.
De corazón, Ninniane
Psicoterapeuta Transpersonal
y creadora del Oráculo del Corazón.
.