Muchos definen la hipnosis como “estado alterado de la consciencia”, pero más allá del estado alterado yo lo definiría como “estado natural del inconsciente”.
Cuando una persona se encuentra hipnotizada, su parte analítica disminuye aumentando la aceptación y la sugestión. Esta sugestión puede darse por uno mismo, también se puede dar de forma natural y lo llamaríamos “autohipnosis” o puedes llegar al mismo estado siendo inducido y guiado por un hipólogo o terapeuta.
La palabra Hipnosis viene del griego Hypnon que quiere decir dormir o soñar. Esta palabra y su definición son las que han llevado, al día de hoy, a pensar que una persona en hipnosis está dormida o soñando cuando eso no es real ya que una persona en hipnosis lo que esta es muy concentrada. Sí que es verdad que el cerebro tiene la misma frecuencia o actividad en estado de hipnosis como en el estado del sueño, pero esa misma actividad también se tiene cuando nos quedamos embelesados con la mirada perdida sin saber que estamos mirando o cuando meditamos y nos relajamos.
¿Cuantas veces te has quedado en babia o te han dicho que estás en la luna de valencia?
Ese estado es similar a estar hipnotizado, sin saber por qué, la mente analítica necesita hacer un “reset” y la forma más sencilla para hacerlos es “quedarse en babia”, ósea quedarse sin hacer nada.
Eso sería la “Hipnosis” o mejor dicho eso es auto-Hipnosis, un estado natural del ser humano.
Cuando nos encontramos en ese estado, escuchamos pero no prestamos atención, vemos pero no nos fijamos en nada en concreto. Eso es lo que sentiríamos si hacemos auto hipnosis, igual pasa cuando alguien nos hipnotiza, con la diferencia que, como ha habido una persona que nos ha llevado a ese estado, nuestra mente habrá aceptado esa sugestión y estaremos muy concentrados en lo que nos diga que hagamos o en lo que tenemos que sentir, y lo haremos, siempre y cuando lo que nos pida no sea nada en contra de nuestra ética moral o que nos pueda hacer daño.
Esto es hipnosis, un estado natural del ser humano y una técnica estudiada muy a fondo para que nos podamos beneficiar de ese estado que la mente es capaz de aceptar consiguiendo el mayor de los beneficios.
Con esta técnica nuestra mente puede aceptar cambios con mucha facilidad, se puede mejorar en los estudio o en la concentración para estudiar, mejorar el rendimiento deportivo, conseguir reducir el estrés y conseguir relajarnos, calmar dolores crónicos y conseguir desarrollar las capacidades de la persona. Todo esto con mucha facilidad y con poco esfuerzo ya que, una vez que enseñamos a la mente lo que queremos y le podemos enseñar hacia dónde queremos ir, ella por sí sola irá haciendo el camino para conseguir ese objetivo.
Fácil verdad, resulta que tenemos la varita mágica pero como no tenemos el libro de instrucción, no sabemos usarla para conseguir lo que deseamos.
Espero haberte ayudado a que veas la hipnosis con otros ojos y no con los ojos del miedo y de la pérdida de control, “Abre Tus Ojos a la Hipnosis”
Josan El Alquimista.